Si bien anteriormente he criticado con dureza a Los Simpson, es obvio que disfruto de las temporadas clásicas (desde la segunda hasta la décima). Tal vez otro día desarrolle un post acerca de mis episodios, sin embargo, mi interés ahora es comentar acerca de dos episodios con los que me siento particularmente identificado.
El primero de ellos es Lisa the Skeptic, el cual narra los problemas que surgen en Springfield tras el descubrimiento de los huesos de un "ángel". La ola de misticismo, credulidad y anti-intelectualismo que surgen en el pueblo, si bien estaba enfocada en lograr comicidad, en mí tuvieron un efecto interesante. Las acciones del pueblo de Springifeld en contra de la ciencia y de Lisa Simpson (el único personaje sensato durante ese episodio) me causaron una ciertas cólera, en parte porque eso no está muy alejado de la realidad. Si bien respeto las opiniones religiosas y místicas de otras personas, en ocasiones, sobretodo en las que muestra este episodio, no puedo evitar sentir ira ante ellos. Con el respeto que merecen aquellas personas religiosas que me estén leyendo, creo que el mejor momento del episodio fue el siguiente diálogo entre Marge y Lisa:
Lisa: It's not that I don't have a spiritual side, I just find it hard to believe there's a dead angel hanging in our garage.
Marge: Oh, my poor Lisa, if you can't make a leap of faith now and then, well, I feel sorry for you.
Lisa: Don't feel sorry for me mom, I feel sorry for you.
El otro episodio con el que me identifico es HOMR en el cual Homero descubre que su IQ se ve significativamente reducido por un crayon en su cerebro. Cuando lo extraen, Homero se vuelve más inteligente, pero más infeliz. Al decir que yo me identifico con este episodio no estoy señalando que mi IQ sea superior (no sé en qué nivel estará, pero asumo que es normal). Sólo quiero señalar que en este episodio Homero es infeliz porque es diferente y, hasta cierto punto, ello no está muy alejado de mi realidad. A pesar de que no soy realmente infeliz, el hecho de ser diferente es en cierto modo una manera de hacerte la vida ligeramente más complicada, sobretodo en un país como este.